Corrección de papada sin quirófano

Corrección de papada sin quirófano

Corrección de papada sin quirófano

Corrección de papada sin quirófano. Consejos prácticos.

Con el sobrepeso, la edad o ambos – que no es poco habitual que vengan de la mano –, se forma entre el mentón y el cuello un nada estético colgajo de piel y grasa que llamamos popularmente “papada”. Realmente, le da a nuestro rostro un marco nada favorecedor. La solución efectiva y más radical es la cirugía plástica, pero existen opciones de corrección de papada sin quirófano que dan buenos resultados, cuando la prominencia de la papada no justifica la intervención.

Si se recurre a la intervención quirúrgica, lo que normalmente se realiza es la técnica de lifting para remover el exceso de piel y tensar los tejidos del cuello, completando con liposucción del cuello en caso de que se necesite. Pero ello conlleva los riesgos de cualquier intervención: anestesia, hemorragias e infecciones. Por eso, es interesante conocer que hay otras formas de resolver el problema con buenos resultados.

Una primera propuesta es la aplicación de un ácido reabsorbible, llamado ácido desoxicólico, que se inyecta en la zona a tratar mediante un único pinchazo, con una aguja extrafina y en un plano profundo, para licuar la grasa contenida en los adipositos, que luego es eliminada naturalmente por el organismo. Es un tratamiento sumamente eficaz, en especial si se lo combina con masajes y tratamientos con aparatología que permitan movilizar esa grasa. La aplicación del ácido se combina con sesiones de ultrasonidos, cavitación, criolipólisis, láser lipolítico o masajes, eliminando la grasa localizada en forma segura y definitiva.

Otra propuesta es la del tratamiento Softlift Ultherapy, cuando lo que hay es una importante flaccidez del tejido del cuello. Se trata de una tecnología de avanzada mediante el uso de ultrasonidos multifocales intensos aprobada por la FDA (Food and Drug Administration de EEUU), cuyos resultados se pueden comparar al lifting tradicional.

Mediante este particular ultrasonido se calientan los tejidos adiposos y dérmicos a una temperatura entre los 65º y los 70º, logrando penetrar a la capa más profunda de la piel, la cual hasta ahora sólo era alcanzable con lifting quirúrgico. Esto se logra sin producir daños. Con el calor aumenta la producción de colágeno y elastina nuevos, responsables de la estructura y firmeza de la piel. También permite ver una imagen del estado intradérmico del área a tratar, similar a la obtenida por ecografía. Así, un experto aplicando la técnica podrá calibrar, en tiempo real, la energía ultrasónica que es necesario liberar en cada zona para lograr un resultado óptimo. Logra excelentes resultados en atenuar o eliminar la papada o doble mentón, y redefine el óvalo facial. Se sugiere realizar una única sesión cada 18 a 24 meses. El efecto tensor es inmediatamente percibido, si bien el resultado se afianza y mejora con el paso del tiempo, llegando a resultados finales hacia los seis meses, que se mantienen durante 12 a 18 meses. Es una buena opción para tratar la papada, línea mandibular, cuello, escote, mejillas, párpados, cejas y manos, para un nivel de flacidez y pérdida de tersura de leve a moderada.

Si existe una flaccidez importante, otra opción son los hilos intradérmicos. Se trata de unos hilos quirúrgicos de ácido poliláctico -PLA-, un polímero utilizado habitualmente en la industria de insumos médicos para fabricar hilos de sutura, tornillos y clavos para fracturas óseas, que tiene la particularidad de ser biocompatible y biodegradable (no produce rechazo por parte del organismo y con el tiempo, se reabsorbe y desaparece el material). Se introducen en la zona con una microaguja, al tiempo que el cirujano plástico ajusta la tensión de los hilos para modelar y alisar la zona. Por sus características, el producto estimula la producción de colágeno y elastina nuevos, que reemplazarán a los hilos cuando desaparezcan.

En una única sesión, se logra un efecto lifting moderado e inmediato que perdura durante algo más de una año. El óvalo del rostro se redefine con resultado natural, y los resultados perduran por más de un año.

La técnica Profound consiste en la utilización de un equipo de radiofrecuencia que tiene un cabezal dotado de 10 miniagujas. Cada una de ellas incorpora un termostato capaz de seleccionar la temperatura exacta para trabajar en cada zona. Las agujas penetran en la piel a nivel de la dermis profunda, elevando la temperatura del área hasta lograr generar la síntesis de colágeno y elastina, que le dan firmeza al tejido. Se aprecian efectos a partir de los dos meses, llegando al resultado final a los seis meses – por el tiempo que requiere nuestro organismo para generar el colágeno y la elastina. Cada 12 a 18 meses se recomienda una sesión de mantenimiento. Es 100% efectivo en la eliminación de arrugas, con unos niveles de éxito del 95% contra la flacidez. Logra un levantamiento de entre 2 y 3mm, cuando otras técnicas solo consiguen 1 mm.

Una opción quirúrgica pero menos invasiva que la convencional, si lo que hay es exceso de adiposidad en la zona, es practicar la extracción de grasa con vibroliposuctor o Lipomatic. Esta aparatología  hace que la cánula realice un movimiento hacia delante y hacia atrás de alta velocidad, con lo que el traumatismo de los tejidos es menor y se reduce también la inflamación y el dolor tras la cirugía.
Además, la técnica dificulta que se formen irregularidades en la zona, ya que la fuerza y la uniformidad de succión es muy constante, también la retracción de la piel después de eliminar la grasa es mayor, con lo que no queda flacidez secundaria.

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