¿Sabías que el estado de nuestras uñas se relacionan directamente con la salud de nuestro cuerpo? ¡Atención! Las uñas débiles, escamadas o quebradizas pueden convertirse en una señal de alerta acerca de alguna carencia nutricional, síntoma de una enfermedad o alteraciones en el organismo.
Conoce en este artículo causas, tratamientos y soluciones para lucir uñas sanas y lindas.
¿Qué son?
Las uñas descamadas se identifican por tener capas finas, similares a escamas. Mientras que las uñas quebradizas o débiles tienen un alto grado de fragilidad y se quiebran o rompen con facilidad.
Los problemas asociados a las uñas suelen producirse por diversos motivos que pueden ser locales, es decir por agentes nocivos que afectan directamente a las manos y uñas, o como reflejo de patologías o alteraciones del organismo:
– Deficiencia nutricional: las uñas frágiles y la falta de crecimiento del cabello, a menudo se relacionan con una mala alimentación, asociada principalmente a la ausencia de calcio y vitaminas. Para contrarrestarlo, se aconseja consumir diariamente lácteos, verduras –principalmente de hoja verde-, frutas y cereales.
También se pueden optar por consumir complementos vitamínicos específicos para fortalecer las uñas.
– Falta de hidratación: si las uñas se quiebran con facilidad, puede deberse a que el cuerpo necesita incorporar mayor cantidad de líquido a lo largo del día. Se recomienda beber dos litros de agua diarios y aplicar –mínimo una vez al día-, una crema hidratante para manos y uñas para mantenerlas hidratadas y fortalecidas.
– Padecimiento de una enfermedad: algunas enfermedades como la anemia, alteraciones renales o hepáticas, tiroides, psoriasis, deficiencias cardíacas o pulmonares, pueden alterar la salud de las uñas volviéndolas más frágiles y quebradizas de lo normal.
– Utilización de productos químicos: el contacto directo con detergentes, lavandinas, desinfectantes y otros productos de limpieza, pueden generar irritación en la piel y descamación en las uñas. Se recomienda utilizar guantes de goma y mantener las manos hidratadas con cremas.
– Tratamientos de belleza: algunas prácticas realizadas para embellecer la estética de las uñas, puede dañarlas al mismo tiempo. Por ejemplo el uso de uñas postizas, esmaltes de mala calidad o con exceso de formol, la utilización de quitaesmaltes con químicos muy agresivos o las limas de metal, son algunas de las causas que pueden dañar las uñas.
TIPS: ¡Manos a la obra!
Aplicar fortalecedor de uñas dos veces a la semana: se consiguen en las farmacias y aporta cantidades necesarias de calcio, magnesio y vitamina E, necesarias para fortalecer tus uñas.
Utilizar todos los días crema hidratante para manos y uñas.
No morderse las uñas, este hábito provoca que se rompan con más facilidad
Humedecer un algodón con una cucharada de aceite de oliva y pasarlo suavemente por las uñas para hidratarlas y sellar las escamas.
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