Jabones naturales: cuáles son los mejores para la piel

Los jabones naturales únicamente son auténticos cuando están elaborados a mano desde el primero al último paso. Es decir su saponificación es conseguida manualmente con una base de aceite, e incluso también son cortados a mano.

Existen diferentes tipos de jabones en el mercado, sin embargo muchos de ellos, elaborados industrialmente, suelen provocar irritación o afectar la piel. Suelen estar preparados con productos químicos, colorantes y perfumes sintéticos.

 

Jabones naturales: cuáles son los mejores para la piel

El jabón es sin dudas un elemento de suma importancia para la higiene de nuestra piel, ya que no solo la limpia, sino que también la exfolia y la nutre.

En el proceso de fabricación de los jabones artesanales solo se emplean ingredientes naturales, que poseen numerosas propiedades terapéuticas entre otros beneficios. Por  ejemplo:

Los jabones naturales son eco amigables, ya que no contienen productos químicos que luego se desechan al suelo.

Son libres de grasas animales.

Perfumados naturalmente por los ingredientes que los componen.

No poseen colorantes, su tinte está dado por los mismos ingredientes.

Tienen propiedades hidratantes, debido a que el proceso de creación de los jabones artesanales conserva la glicerina que es un potente compuesto nutricional para la piel.

Poseen propiedades exfoliantes, que rejuvenecen la piel gracias a que son orgánicos.

Tampoco tienen derivados del petróleo por lo cual no contaminan el medio ambiente ni perjudican nuestra salud.
Gracias a sus aceites esenciales proporcionan vitamina E, que es un excelente antioxidante para la piel.

 

Algunos de los compuestos más utilizados para elaborar jabones artesanales, son:

Avena: el jabón elaborado en base a avena es eficaz tanto para la piel grasa como para la piel seca. En este último caso la avena mantiene la piel húmeda, frente  productos químicos que provocan mayor sequedad. Por otra parte, la piel grasa también se puede beneficiar de su naturaleza absorbente y capacidad para eliminar la piel muerta. Por lo tanto ayuda a las pieles propensas al acné sin producir irritación ni sequedad.

Aceite de germen de trigo: es un jabón muy rico en vitamina E entre otros nutrientes, protege del ataque de los radicales libres, retrasa el envejecimiento prematuro. Otorga suavidad, hidratación y elasticidad a la piel. Además ayuda a prevenir la formación de estrías.

Aceite de Oliva: el aceite de oliva es un emoliente que cubre la piel, captura la humedad y evita que las sustancias irritantes penetren la piel. Alivia la piel que sufre irritación, eczemas y también le aportan humectación.

De manteca de Karité: este jabón contiene vitaminas como la A, que ayuda a reconstruir daños en las células de la piel y la vitamina E que protege de los radicales libres. Se absorbe muy fácilmente por la piel, dejando una piel suave y sedosa. No obstruye los poros, tiene protección contra los rayos UV y por su suavidad puede ser utilizado para los bebés. El resultado es una piel suave y con un brillo natural.

Permite también la eliminación de arrugas y ayuda a reducir el tamaño de las cicatrices producidas por enfermedades de la piel como por ejemplo: acné, psoriasis, dermatitis y eczemas.

Estos jabones artesanales por lo general se consiguen en tiendas especializadas, herboristerías, ferias artesanales pero también siguiendo algunos consejos de la web, pueden hacerse en forma casera cuidando de conseguir los ingredientes adecuados para ello.

*Escrito por Eliana Marquéz

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