
Se han vuelto cosa cotidiana entre las mujeres problemas como la constipación y el estreñimiento, ambos desordenes digestivos que hacen al hoy famoso “transito lento”. Además de generar mal estar, pesadez y mal humor, causan la aparición de una pancita molesta hasta para las más delgadas. Lo bueno es que podemos ayudar a regularizar la digestión siguiendo consejos fáciles y naturales; siempre y cuando previamente hayamos descartado algún problema orgánico visitando al especialista indicado.
Como muchas otras problemáticas del siglo XXI, (y que ya no solo afecta al género femenino), una de las causas de la mala digestión e infrecuente eliminación de deposiciones es el famoso estrés, sumado muchas veces a una incorrecta alimentación. En suma, muchas horas de trabajo, poco tiempo para las comidas, luego del trabajo más reuniones y quehaceres hacen que no encontremos ni contemos con momentos adecuados para hacer un refrigerio o poder ir al baño cuando lo necesitemos.
Además de algunas recetas que pueden ayudar, es necesario también tener en cuenta lo siguiente: intentar respetar todas las comidas (desde el desayuno a la cena al menos 5 colaciones). Tomar líquidos cada vez que sea posible para hidratar la materia fecal. En la dieta incorporar todo tipo de fibras. Tratar evacuar los intestinos cada vez que sienta la necesidad y de apoco crear un hábito para que el organismo se acostumbre a evacuarlos en el momento que a usted le convenga. Además de incorporar más actividad física para estimular la circulación intestinal y evitar el abuso de laxantes o purgantes (cosa que se hace costumbre entre las chicas).
Hay dos recetas fáciles de preparar para combatir la constipación, y en ellas incorporamos alimentos ricos en fibras y emulsionantes: En este caso mezclamos una taza de salvado de trigo con una taza de avena molida y media taza de semillas de lino dorado. Luego con un palote o mortero se machaca todo junto y se forma una especie de pasta que se reserva en heladera. La manera en que se debe consumir es una cucharada en ayunas, mezclada por ejemplo con un yogurt de 200 cc o con un vaso de leche, y por la noche una cucharada revuelta en un vaso de jugo natural de la fruta que se prefiera. Esta cantidad de fibras y mucilagos de a poco ira normalizando el funcionamiento de los intestinos.
Otra opción un poco más rápida se obtiene colocando en un vaso (de una noche para la mañana siguiente) dos orejones o ciruelas pasas, más 5 pasas de uva, con una cucharadita de semillas de lino negro, todo esto cubierto con agua tibia y tapado. Antes del desayuno debe beberse el agua ya fría y comerse los orejones y las semillas. Se adopta el hábito por tres semanas y luego se descansa una, y así se va repitiendo hasta que se recupere la regularidad. Es importante respetar los tiempos porque el exceso de fibras es dañino para el sistema digestivo ya que también causa inflamación y malestar.
El transito lento también influye en la belleza femenina: afecta al estado de ánimo generando irritabilidad y aparece esa molesta pancita, y fuera del aspecto superficial se puede volver un malestar crónico con la consecuente aparición de dolorosas hemorroides. Así es que si estas padeciendo este tormento, no dudes en probar estos consejos simples y nuestras recetas naturales para combatirlo.
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