Otra actividad física de las más modernas y atractivas que incorpora el arte y la danza es el pole dance o baile del caño. Surgiendo en Londres como un show de clubes nocturnos, se fue adaptando hasta lograr hoy ser accesible a todos aquellos, mujeres y hombres, que deseen no solo ejercitarse, sino también aprender movimientos sensuales y sugerentes para divertirse y porque no , poner en práctica en la intimidad.
Como es de esperarse estas clases se dividen en 4 niveles de exigencia, así nadie queda fuera y accede a entrenar desde cero su cuerpo y su sensualidad. Así es que por esto no deben preocuparse ni desanimarse, los principiantes deberán exigirse un poco más hasta ganar tonicidad y fuerza para realizar las maniobras, mientras que los avanzados experimentaran todo un nuevo concepto de exigencia.
Este tipo de trabajo ayuda a modelar la figura, ya que se trabaja de manera pareja todo el cuerpo como si se tratara de un gran músculo. Además se instruye mucho a los alumnos en la coordinación y la expresión corporal, cuestión que favorece a liberarse y desestresarse al mismo tiempo que ayuda a mejorar la autoestima, jugando ser una estrella sexy y divertida.
Respecto a los gastos calóricos, siempre van a ir de la mano con el grado de exigencia de quien lo practica, y a mediano plazo son notables las mejoras en el tono muscular, la circulación, el aspecto de la piel y por sobre todo el ánimo.
Mujeres y hombres de todas las edades, contexturas y ocupaciones se distienden y ejercitan con las clases de baile del caño liberándose de tabúes y vergüenzas, ganando una mejor figura y estado físico, y ni que hablar que aprendiendo las más sugerentes y seductoras coreografías.
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