
El sol es beneficioso para nuestra salud, pero sus rayos ultravioletas pueden causar en la piel quemaduras, irritaciones y enfermedades cutáneas. Por eso es importante cuidarnos de sus efectos, especialmente durante la época veraniega.
Una de las formas de protegernos del sol es eligiendo el factor de protección adecuado a nuestro cuerpo y necesidades. Pero ¿cuál es el protector solar indicado para nuestro tipo de piel? ¿Qué factores influyen a la hora de elegir entre uno u otro?
La elección del protector solar correcto depende tanto del tipo de piel y de las condiciones climáticas como de la duración, la época del año y el lugar de la exposición a la radiación solar.
Elegir el factor de protección solar adecuado
El factor de protección solar (FPS) indica el grado de protección frente a los rayos ultravioletas y figura en las etiquetas de los protectores solares.
Los productos con FPS de 2 a 14 son considerados de baja protección, los que van de 15 a 29 de moderada protección y aquellos con un índice superior a 30 se denominan de alta protección.
Para elegir una crema protectora efectiva, es importante conocer el “fototipo” que identifica a cada tipo de piel. ¿Qué es el fototipo? Es una categoría que se utiliza para fijar el riesgo de la exposición solar y está determinado por el color de la piel, del pelo y de los ojos. En líneas generales existen 4 tipos de fototipos:
El Fototipo 1 corresponde a las personas de piel pálida, pelo y ojos claros. Este grupo tiene muy poca resistencia al sol, normalmente se queman y por eso deben protegerse siempre. Se recomienda usar un protector solar a partir de 50 FPS.
El Fototipo 2 es habitual en personas de tez blanca, ojos claros (azules o verdes intensos) y pelo rubio, colorado o castaño claro. Este tipo de pieles suele quemarse fácilmente y casi no se broncea, por lo que debe usar un protector solar entre 25-50 FPS.
El Fototipo 3 caracteriza a aquellos con tono de piel media, pelo castaño o negro y color de ojos marrón o grisáceo. Este grupo tolera mejor el sol, se broncea y rara vez se quema, por lo que se aconseja utilizar un filtro entre 15 y 25 FPS.
Finalmente, los del Fototipo 4 son aquellas pieles morenas, con pelo y ojos oscuros. Este tipo de piel siempre se broncea y no suele quemarse. No obstante de protegerse también para evitar los daños del fotoenvejecimiento con una crema protectora entre 8 y14 FPS.
Determinar qué fototipo es el nuestro es importante para lucir una piel bronceada y saludable, sin sufrir los efectos dañinos de los rayos solares.
Este verano disfrutá del sol sin correr riesgos… ¡protégete!
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