¿Transpirar ayuda a bajar de peso? ¿La grasa se convierte en músculo? ¿Se debe tomar agua durante el ejercicio físico? ¿Se deben consumir suplementos vitamínicos?
Hay innumerables mitos populares en torno a la actividad física, muchos de los cuales -lejos de ser beneficiosos-, pueden ser perjudiciales para la salud.
Te aconsejamos leer atentamente esta nota para diferenciar las creencias verdaderas de las falsas, y disfrutar de los beneficios de ejercitarte adecuadamente:
MITO 1: Transpirar abundantemente ayuda a perder peso
Falso. Los kilos que se pierden al sudar son de agua, no de grasa y se vuelven a recuperar al ingerir una bebida. Con la transpiración se eliminan líquidos, sales y toxinas del organismo, por lo cual se recomienda mantener una buena hidratación para mantener la temperatura corporal.
MITO 2: El ejercicio está bien realizado si duele la zona donde se trabaja
Verdadero. La zona muscular correctamente trabajada puede producir un pequeño tipo de dolor que los profesionales llaman “de entrenamiento” y desaparecen al poco tiempo. Si el dolor persiste o se torna intenso, se debe consultar con el entrenador o un profesional de la salud, ya que puede ser un indicador de que el trabajo físico es excesivo o que se produjo algún tipo de lesión.
La forma adecuada de ejercitar el cuerpo incluye una correcta entrada en calor, un esfuerzo progresivo y un apropiado estiramiento.
MITO 3: Hacer actividad física demanda mucho tiempo
Falso. Treinta minutos diarios de actividad física son suficientes para mantener la salud y el cuerpo enérgico. Si no se dispone de un momento especial para realizar los ejercicios, se pueden integrar a la rutina diaria, a través de pequeñas caminatas, paseos en bicicleta y hábitos saludables.
MITO 4: No hay que tomar agua durante la práctica de deportes
Falso. Es fundamental para cualquier deportista mantenerse bien hidratado. Para lograrlo se recomienda ingerir agua antes, durante y después de la actividad deportiva. Lo ideal es beber en pequeñas cantidades y no esperar a sentir sed.
MITO 5: La grasa se puede convertir en músculo
Falso. El músculo es músculo, y la grasa es tejido graso. La transformación de tejidos es imposible. Lo que sí es factible es que, como consecuencia del entrenamiento, el volumen muscular se incremente y la grasa corporal disminuya.
MITO 6: Ejercitarse con fajas térmicas o ropa de nylon ayuda a la pérdida de peso
Falso. La disminución de peso se produce por la deshidratación, y volverá a subir al ingerir líquidos. Al utilizar este tipo de prendas, el deportista corre el riesgo de alterar la temperatura normal del cuerpo. Es mejor elegir ropa de algodón cómoda, que absorbe la transpiración y permite la oxigenación de la piel.
MITO 7: Todas las personas que hacen deportes deben tomar suplementos vitamínicos
Falso. Una dieta variada de alimentos aporta suficiente cantidad de nutrientes, necesarios para el organismo. Sólo se deben administrar complejos vitamínicos si un profesional de la salud así lo requiere. La ingesta sin control de estos suplementos puede ser dañina para el cuerpo.
Realizar actividad física es beneficioso a nivel físico, psíquico y emocional. El deporte permite la segregación de adrenalina, relaja el cuerpo y lo mantiene saludable.
Por eso es imprescindible mantenernos informados al momento de hacer ejercicios y pedir la supervisión de un profesional.
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