Es el boom de los suplementos dietarios: el extracto de grano de café verde. Además de dar una sensación de saciedad, acelera el metabolismo, mantiene estables los niveles de azúcar y es un excelente antioxidante. Pero como todo en esta vida, hay que ser moderados en su uso para evitar que el organismo sufra daños si se consume en exceso.
En primer lugar si por indicaciones médicas no puedes consumir comúnmente cafeína, tampoco podrás usar el extracto sin su supervisión, por lo que siempre antes hay que establecer bien las dosis del producto con el respaldo de un profesional.
El doble beneficio de este compuesto, conocido también por ayudar a aplanar el vientre, se debe a que además de reducir el apetito, se reduce la producción y acumulación de adiposidad localizada (que en mucha gente suele concentrarse en el abdomen bajo). También regula los niveles de azúcar en la sangre manteniendolos constantes, lo que se traduce en saciedad y prevención de posibles atracones. Se agrega a esto la acción de la cafeína sobre las moléculas grasas, cuestión que asimismo colabora en reducir los valores del colesterol malo con todo lo positivo que ello implica. Por su parte el ácido clorogénico presente en el grano de café sin tostar, es el que se encarga del «bloqueo de la grasa» evitando que se acumule en el cuerpo, incluso hasta la proveniente del consumo de carbohidratos.
Ahora bien, como ya deben saber la mayoría de los visitantes del Gabinete de Belleza, ningún complemento dietario es mágico o milagroso: siempre es un “complemento”, así es que debe de acompañarse por ejercicios frecuentes, una buena alimentación y sobre todo perseverancia.
Mayormente el extracto de grano de café verde se consume con las bebidas de las principales comidas o solo en el desayuno.
Así es como la planta de café, sus granos verdes más específicamente, se encuentra hoy en día entre las plantas saludables que contribuyen a reducir volumen, grasas malas y combatir la retención de líquidos, a la vez que complementa planes alimenticios personalizados: porque el secreto no está en dejar de comer, sino en la buena alimentación, adquirir hábitos de vida saludables y la plena conciencia de que todo ello mejoraran la calidad de nuestro día a día.
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