Cuidados bucales para prevenir enfermedades como el cáncer

A veces nos sangran las encías o el interior de la boca y no le prestamos mucha atención suponiendo que fue porque nos mordimos o porque el cepillo nos lastimó. Enjuagamos y ya. Pero hay que estar alerta.

Estudios recientes han comprobado que algunos microbios del intestino se alojan en la boca y aceleran el crecimiento de tumores en el colon.

Si te salen llagas en la boca y no cicatrizan,  tus encías se ponen extremadamente rojas,  sientes que a veces se te duerme la lengua o afloja algún diente, debes pedir una consulta con un médico de inmediato.  Lo más probable es que te hagan una biopsia para estudiar en profundidad qué es lo que tienes.

Si eres de las personas que pasan mucho tiempo sin beber agua o se le resecan constantemente los labios, ten cuidado, podrían formarse hongos.  El lado interior de las mejillas es el lugar preferido para que se alojen.

Cepilla tus dientes luego de cada comida y con un mínimo de tres veces al día. Si te falta alguna pieza dental, ten en cuenta que ese orificio vacío será propenso a acumular bacterias.

Los enjuagues bucales son muy buenos. Opta por el que más te guste y úsalo, servirá para mantener tu boca lo más limpia posible.

Si tienes una carie y le temes al odontólogo, pues cobra valor y ve a que la cure. Los dolores por este tipo de trastornos son altamente fuertes. Cuanto más avance, más riesgos correrás de perder un diente o una muela.

Los hilos dentales sirven para limpiar esos lugares donde al cepillo le cuesta llegar. Quizá al comienzo te resulte muy molesto, pero te acostumbrarás. Hoy en día vienen saborizados y hacen más llevadero el momento de la higienización.

Te aconsejamos que al menos una vez al año te realices una limpieza con tu dentista. Algunos utilizan el método de una pinza muy similar a una cuchara pequeña, y otros con ultrasonido. Ambos son indoloros y quitarán de tus dientes todos esos residuos y sarro acumulados.

No dejes pasar el tiempo. Si notas algo raro hazte una revisación y descarta cualquier patología. Ahora ya sabes que un simple sangrado puede esconder algo más como un cáncer de colon o garganta.

Cambia tu cepillo cada tres meses y lleva siempre en tu mochila o cartera una pasta pequeña para que el aseo de tu dentadura sea en cualquier momento y no solamente cuando estés en tu casa.


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