Guía para cuidar la piel en verano y lograr un buen bronceado

como lograr un buen bronceado

Llega el verano, y en la desesperación buscamos un bronceado inmediato a cualquier costo. Grandísimo error. El exponernos al sol fuera de horario, usar protección incorrecta o pasar mucho tiempo bronceándonos sólo nos traerán problemas graves en nuestra piel que serán muy difíciles de revertir. Es por eso que debemos tener en cuenta ciertos factores antes de pretender broncearnos y no correr riesgos.

Antes de comenzar a tomar sol, debemos hacerle a nuestra piel un tratamiento integral, primero una limpieza muy profunda, para extraer todas las impurezas y evitar que se manche al tomar sol.

En el rostro se puede comenzar con un pulido suave que remueva todas las células muertas. Para la piel del cuerpo, nada mejor que exfoliarse diariamente durante la ducha con un guante de crin. En ambos casos, luego de la exfoliación, aplicar una buena crema humectante. Es muy importante comenzar a tomar sol con una piel limpia y humectada.

Horarios:

Siempre, no importa en que estación del año nos encontremos, se debe enviar la exposición al sol entre las 10:30 – 11 de la mañana y las 16,30 horas de la tarde. En este horario los rayos solares caen en forma muy perpendicular a la tierra y la cantidad de radiación nociva que recibe la piel expuesta a esa hora es mayor.

Hay que empezar a tomar sol fuera de estos horarios y siempre gradualmente, los primeros días pocos minutos para luego ir agregando más tiempo cada 2 o 3 días.

Protectores:

Se presentan con distintos grados de factor de protección, y el índice del mismo deberá adecuarse al tipo de piel que se tenga. Cuanto mas blanca es la piel mayor debe ser el factor de protección, el cual puede ir bajando progresivamente a medida que la piel va tomando color. Para determinar cual es el protector adecuado a cada piel, existe una
clasificacion llamada Fototipos con 6 variantes:

Tipo de piel I

  • Piel blanca, ojos azules y pecas
  • Se producen intensas quemaduras solares
  • No tomarán color nunca, la alternativa es conseguir un bronceado sin sol.
  • Usar bloqueador solar factor 40 o más

Tipo de piel II

  • Piel Blanca
  • Se queman fácil e intensamente
  • Se enrojecen y casi no toman color
  • Bronceador con Factor de protección Solar de 25-40 (alta)

Tipo de piel III

  • Raza caucásica
  • Se queman moderadamente. No puede exponerse en las horas picos.
  • Si consigue no quemarse toma un poco de color
  • Factor de protección Solar de 15-25 (media)

Tipo de piel IV

  • Blanca o ligeramente amarronada, pelo y ojos oscuros.
  • Se queman la piel si se exponen al sol por mucho tiempo
  • Se pigmentan fácilmente y de forma inmediata al tomar sol
  • Factor de protección Solar de: 8-15 (baja)

Tipo de piel V

  • Piel amarronada
  • Rara vez se queman
  • Se pigmentan con facilidad e intensamente
  • Factor de protección Solar de 4-12 (baja)

Tipo de piel VI

  • Razas negras
  • No se queman nunca la piel
  • Se pigmentan intensamente
  • Siempre presentan reacción de pigmentación inmediata
  • Factor de protección Solar de 2-4

Los protectores permiten un bronceado parejo, con buen tono y además nos proporcionan filtro solar, por lo que nos permite exponernos al sol con ellos.

También hay protectores pre y post bronceado, que sirven para preparar la piel unos días antes de exponerse al sol y para prolongar luego el color.

 

Algunos consejos:

– Es bueno protegerse los labios y las cicatrices con labiales bloqueadores solares, y los ojos con gafas de sol de calidad para evitar las irritaciones y la formación de arrugas en su contorno.

– Es muy importante beber mucha agua para evitar la deshidratación, una piel deshidratada no podrá generar la melanina que da el color bronceado.

– Es conveniente no quedarse mucho tiempo quieto bajo el sol. Al moverse, los rayos solares se distribuyen mejor y se obtiene un bronceado más uniforme.

– En los días levemente nublados las radiaciones solares inciden casi igual que en contacto directo con el sol (si pasa la luz solar es porque pasan los rayos solares), por lo que es necesario aplicarse las protecciones también en esos días.

– Después de una jornada de sol, es muy importante ducharse con agua tibia para cerrar los poros sin que el cambio de temperatura sea muy brusco, secarse bien. Para prolongar el bronceado, aplicarse una crema para después del sol que tiene elementos calmantes, anti-inflamatorios, hidratantes, suavizantes y regeneradores del epitelio, los cuales no posee una crema hidratante normal.

– Si a pesar de todos los cuidados la exposición al sol fue tan severa que la piel sufrió quemaduras, existe un remedio muy simple para calmar el dolor, el Aloe Vera.

Para aplicarla, tomar una hoja, limpiar y eliminar las espinas. Luego se corta transversalmente (por el centro) para dejar al descubierto la parte interna de la hoja. Apoyar esta parte sobre la piel quemada y dejar actuar. Este gel natural del Aloe Vera calmará el dolor y ayudará a la piel a regenerarse. Una vez que el gel se ha secado, se puede repetir la operación.

Método !Wow! Mujer Fabulosa con Personal Shopper

Sea el primero en comentar

Deje una respuesta

Su dirección de E-mail no será publicada.


*