En los últimos años han salido en el mercado múltiples tipos de detergentes corporales. Con aromas frutales, de vino, de fragancias internacionales, con crema humectante, etc, hasta en barra y en gel. Leyendo este post sabrás como y porque elegir el correcto.
Las dos últimos ejemplos son las presentaciones de jabón que más se venden, pero lo cierto es que además de sus “pro” tienen sus “contras”. Si bien ambos jabones dejan, siempre, residuos en la piel, los jabones que vienen en barra son más recomendables que los líquidos, porque contienen menos perfume.
Posiblemente hayas probado alguno y sufriste alergia. Para estos casos es recomendable utilizar los jabones de glicerina, miel, avena o aceite de maní. Para adquirirlos seguramente deberás ir a una farmacia grande ya que no se venden en cualquiera.
El jabón ideal debe ser: Cremoso, blanco, sin perfume y suave. Así es que si el que usas te raspa la piel, deséchalo. Ten cuidado porque puede lastimar tus poros y esto traerá graves consecuencias.
Si bien la mayoría de los jabones que encuentras hoy en supermercados son híper tentadores, con sus aromas, texturas, extractos de frutas o flores y demás, esconden un gran dilema.
Asegúrate siempre de enjuagar bien tu cuerpo, ya que cuantos menos residuos queden, mejor. No uses jabones económicos porque contienen grasa vacuna y el daño que le causará a tu cuerpo lo pagarás con los años.
¡Ojo! Si eres de aquellas personas que se abusan con los jabones “bactericidas”, perderás tiempo y dinero. Éstos sirven cuando hay un problema en específico, como infecciones cutáneas, forunculosis o si tienes que preparar tu piel para una cirugía cercana. Es bueno que los consideres para higienizar tus manos antes de comer, pero el uso cotidiano provoca resequedad e irritación.
¡Cuidado! También puede acelerar tu ritmo cardíaco, presión sanguínea alta y sudoración excesiva. Siempre es mejor que leas bien lo que adquieres ya que puedes encontrarte con estas sorpresas.
Si hay algo que debes considerar, es que absolutamente todos los jabones dejan residuos en tu piel. Algunos más, otros menos, por eso te recomendamos el ideal para que tu epidermis sufra lo menos posible.
Luego del baño, te aconsejamos que uses alguna crema humectante para eliminar las células muertas, y mejorar el aspecto reseco que pudo dejar el jabón.
Recuerda este artículo para que a la hora de escoger tu jabón de tocador tengas en cuenta todas estas recomendaciones.
Pero cual era el mejor pues